Todo el mundo cree que los cuentos son cosa de niños, sin embargo, en un principio no fueron concebidos para ser oídos por tiernas orejitas sino como relatos para adultos, cuya función era entretener, advertir, reflejar la vida tal cual es, con sus luces y sus sombras.
La censura ejercida por los recopiladores eliminó detalles que los hacen más profundos e interesantes.
Aquí tienes un documento que resume la teoría de que los cuentos no son cosa de niños. Además, puedes consultar algunas versiones más fieles a los originales en los siguientes enlaces: La Cenicienta, Piel de asno, La sirenita, Pinocho.
Espero tu opinión porque sé que te has quedado de piedra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario